The walking MountainJaume Roig
Una escultura de hierro forjado y una pintura conforman ‘The walking mountain’, una obra concebida como un todo cuya pieza principal -que alcanza los 2,70 metros de alto- reinterpreta el vacío de la pintura de Roig, que es el origen de la obra. De este modo, el concepto pictórico toma dimensión y el paisaje interno, intangible y mental se traslada a la escultura. Como explica Jaume Roig, ‘una escultura se tiene que pensar en términos de volumen, pero también en cuanto al vacío y a la luz. La pieza quiere ser una maternidad, el hecho de poder atravesarla, de entrar y salir… hay en ella cierto simbolismo del pre nacimiento que pone en evidencia lo fugaz de nuestra existencia’.